jueves, 30 de mayo de 2013

Palabras de la Prof. Sandra Borakievich, presentación del libro Sexualidades. Tensiones entre la psiquiatría y los colectivos militantes.



Presentación del libro Sexualidades. Tensiones entre la psiquiatría y los colectivos militantes, de Silvia Di Segni.
Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 2013.
Libros del Pasaje, 29-5-13, 19hs.

Somewere over the rainbow
into the rainbow                                                                  
between the rainbow…
Sandra Borakievich[1]


I. De días y marchas. Y también de implicaciones. Y de alegrías y de cosas locas.
                  Cuando pensaba de qué modo participar en la presentación del libro de la Doctora que en 2013 escribe sobre Sexualidades y colectivos militantes en sus tensiones con La psiquiatría, inevitablemente recordé cómo y cuándo recibí su grata invitación a la lectura y al decir algo hoy: fue en una marcha. A mí en las marchas me pasan cosas buenas…
                  Marcha por el Borda, en la que minutos antes alguien me había dicho: “Andá para allá –hacia donde estaba el escenario- por ahí te encontrás con algún psicólogo”…  Lo decía seriamente… y a mí me dio mucha gracia… hasta puse una cara de “daale...”, en una suerte de “espontánea” marcación de territorio de esas que pasan cuando las disciplinas te disciplinan y se te arma en un gesto lo propio y lo ajeno y extranjerías y pedigrees sin darte cuenta pero luego lo advertís porque te demorás en la indagación de las implicaciones y etc… Creo que algo así pasó, porque dijo: “Ay!, es verdad!...cómo no vas a encontrar psicólogos aca?…”… y las risas parecían dar cuenta de que ambas habíamos entendido algo… será que habíamos entendido algo?...
                  Anyway, su comentario operó conmoviendo las mismas obviedades que mi cara de “daaale” cristalizaba... casi casi como cuando una compañera y colega dijo una vez que “en el Borda pasan cosas locas”…  Iba pensando en eso cuando a los pocos metros, me encontré con Silvia Di Segni, que iba con Julieta Obiols. Y me dio mucha alegría ese encuentro, tal vez por el efecto des-naturalizador del comentario anterior: encontré a una psicóloga… Y también a una psiquiatra… en una marcha por el Borda, donde pasan cosas locas Y también pasan atropellos y abusos de poder, y por eso marchamos… Y por eso es preciso leer el libro que hoy, 29-5, en el cumpleaños del Cordobazo estamos presentando y así participando… porque, como bien dice bajtinianamente la autora, un libro se va poblando de muchas voces (pero hay tonos singulares de la voz que lleva la melodía con su firma, claro).
                  Entonces, presento y participo: algo de lo que quiero decir de este libro es que para mi gusto es una herramienta muy potente para poner en cuestión los modos en los que cada versión de los DSM con sus interminables listados de signos no sólo recela de la riqueza del lenguaje que dice de prácticas diversas, sino que es clave en la producción de una gramática monocromática en la que la pesquisa indiciaria ha patologizado y patologiza cualquier existenciario multicolor… over, between and into the rainbow… 
                  Ex nota al pie, subida ni bien fuera pensada, para contagiarte de mi entusiasmo con este libro:
                  Aquí algo dicen en mi voz Foucault, en su conferencia sobre Marx, Nietzsche y Freud (la semiótica recela del lenguaje, véase hermosa frase con la que finaliza el trabajo), también Nietzsche: “Donde hay gramática hay Dios”, también Ana Fernández con la referencia a “existenciarios” y la idea de piezas clave en las estrategias biopolíticas, y, obviamente, Judy Garland, de quien me acordé cada vez que ví la hermosa tapa con el detalle de una foto que se llama “Rainbow”… y a la que encontré de manera explícita avanzada la lectura del texto. Ah!, me dí la mejor estrategia de lectura: lo leí todo-todito, no podía soltar este texto que me hizo cómplice desde que en la sexta línea de la Presentación leí una frase que anuncia una lógica: “La normalidad sexual sería definida por defecto, aquella que no fuera patologizada…”, que me hizo pensar: lo “normal” como “defecto de lo patológico… interesante…

II. El arte de tapa: Rainbow (detalle). Over, into, between… somewere…
                  Me gusta mucho un libro que provoque todo eso desde una escritura que se demora en el detalle y lo abre a muchísimas conexiones. Hay aroma a estrategias foucaultianas en el minucioso trabajo con profusión de documentos, textos literarios y disciplinares, referencia a músicas, películas, tramos de vidas de tantas y tantos, para mostrar cómo desde distintas vías se ha ido construyendo la sexología como patología.  Así es la Primera Parte, y en ella se evidencia –al igual que en la segunda parte, porque esto recorre el conjunto del texto- la preocupación política en la que, desde sus implicaciones, alguien que se ha formado en psiquiatría y psicoanálisis trama la inquietud por las enseñanzas en psiquiatría, con las que cierra ese gran primer bloque, que se nutre de sus indagaciones de tesis doctoral.
                  La Segunda Parte se llama “El sueño americano” y allí se despliegan de manera explícita las tensiones entre La Psiquiatría y los colectivos militantes que el título del libro promete, mostrando ya en otra vuelta recursiva la insistencia de un procedimiento que ha detectado y caracterizado en la página 112, cuando se había referido a los aportes de Havellock Ellis: “Algunas clasificaciones recuerdan a aquella de la enciclopedia china mencionada por Jorge Luis Borges”… pero ahora en la gramática hegemónica de los DSM y sus cifras, que le hacen preguntarse en la página 258 algo que suena raro: “Cómo pueden equipararse las llamadas obscenas con la necrofilia?” (porque en algún DSM van juntas!!, entre las parafilias)… Quién pone junto lo que va junto?, se preguntaría un piagetiano… Tal vez se trate de una estrategia sin estratega, arriesgaría una foucaultiana… En fin: Las clasificaciones dan cuenta de un ordenamiento del mundo… tanto las contadas por Borges como las del DSM…
                  Y dice la autora, en el beggining del capítulo referido a las políticas del American DSM Dream que la creación misma del DSM fue motivada por la emergencia de “nuevas” patologías visibilizadsa por la guerra y la postguerra y también “para superar la diversidad de escuelas, teorías y clasificaciones  de las enfermedades mentales, que no era apreciada como riqueza sino como caos”… y que no se indagó el sentido de esa diversidad en pos de “reducir el padecer psíquico a una serie de signos y síntomas, rotulado y clasificado… “, “procedimiento que, basado en estadísticas, sería objetivo y, por lo tanto, el único científicamente válido” (pág.166). …Y antes había dicho (pág. 11): “Patologizar supone construir poder”…
                  Entonces… cómo conmover el Libro?, cómo estallar el Manual que patologiza existenciarios into the Rainbow?... Qué podría tener la potencial capacidad de hacerlo?... los colectivos militantes … y los ha habido y los hay. Black is beautiful and Gay is Good, now all we know. Easy to say, not so easy to live… En cada parte de las tensiones que se relatan, en cada de-construcción y genealogización, la evidencia de que Procusto ha producido lechos en serie, y que los discursos del orden forman parte de las Normas Iram que consagran la medida exacta de lo Varón, blanco, joven, heterosexual, occidental, etc, etc, etc… y deja –diríamos con Irigaray- fuera del espejo a todo lo otro, compuesto por otras, otros, otrans…  y lo encuentra feo[2], monstruo, enfermo (y, en simultáneo, invisibiliza muchas de las ferociades de lo Varón, blanco, etc., etc.)… Ya había avisado la Doctora algo en relación a lo normal como defecto de lo patológico, poniendo patas para arriba algo de esto en foucaultiana operatoria similar a aquella por la cual “Binet construyó el niño anormal”… pero a la inversa…
                  Aquí, en esta segunda parte, la Doc coloca con humor preguntas sumamente power a los saberes del Manual que normatiza los diagnósticos “describiendo” signos. Cito de la pág. 291, en relación al CIE-10 (1995):          …”En otros trastornos de la preferencia sexual aparecen llamadas obscenas, frotteurismo, bestialismo y, lo                   novedoso, estrangulación o anoxia para aumentar la excitación. Pero lo más interesante llega al final,       cuando se incluyen códigos para ser utilizados con “las categorías anteriores para indicar orientaciones         sexuales que pueden ser problemáticas para el individuo” Y allí aparecen:
                                   F66. X0. Heterosexualidad
                                   F66.x1. Homosexualidad
                                   F66.x2. Bisexualidad
                                   F66.x8. Otra, incluyendo las prepuberales
                                   Qué quiere decir esto? Que tanto la hétero como la homosexualidad pueden ser problemáticas? Como novedad, incluye la bisexualidad tan invisibilizada y, también, esa categoría: Otra, incluyendo las                  prepuberales. A qué alude? A la masturbación, a la asexualidad?”
                  Y luego cita a Butler, cuando afirma que es preciso reírse de las categorías serias… Realmente, es preciso… Navegar es preciso… reírse de las categorías serias también…
                  Sólo por una cuestión de tiempo, no puedo demorarme en la riqueza de las experiencias militantes que la autora va tramando en su rigurosa cruzada que descree de categorías serias. No me es posible ir al detalle[3], sólo señalar que la perspectiva desde la que mira claramente es multicolor, y entiende que no es corporativamente desde la Academia como se inventan nuevas formas, que visibilicen tantos violentamientos, silenciamientos e invisibilizaciones del detalle del Arcoiris, sino incluyendo necesariamente la dimensión de lo político y las militancias… bueno: eso era evidente… al inicio contaba que me invitó a leer su libro en una marcha, no?... Y aca estamos…
                  Entonces, presento y participo: quiero decir que este libro es para mi gusto una herramienta muy potente para poner en cuestión los modos en los que no sólo cada versión de los DSM con sus interminables listados de signos recela de la riqueza del lenguaje que dice de prácticas diversas y es clave en la producción de una gramática monocromática en la que la pesquisa indiciaria ha patologizado y patologiza cualquier existenciario multicolor… over, between and into the rainbow…
                 
III. After the Rainbow
                  Y… ya sabés… lo que prometían Amelia y Mme. Mim, las brujas de Disney, o sea, “las otras”: una marmita de oro… whatever it means…

Somewhere over the rainbow
Bluebirds fly
And the dreams that you dreamed of
Dreams really do come true

Buenos Aires, 29 de mayo, 2013.-


[1] Profesora Adjunta Regular, Cátedra I de Teoría y Técnica de Grupos, Facultad de Psicología, U.B.A. Profesora Adjunta Ordinaria, Area de Psicología, Dto. de Ciencias Sociales, U.N.A. Docente en el Programa de Actualización en el Campo de Problemas de la Subjetividad, Postgrado, Fac. de Psicología, U.B.A. Investigadora U.B.A.C.yT. y U.N.Q. Co-directora del Programa de Extensión “Diseño e implementación de dispositivos grupales para elucidar los mecanismos de desigualación de las diversidades eróticas, amorosas, conyugales y parentales contemporáneas”, Cát. I de T. y T. de Grupos, Fac. de Psicología, U.AB.A.
[2] Como cantaría CAetano Veloso: “E que Narciso acha feio o que não é espelho”
[3] Pero Facundo está aquí, con su testimonio militante.



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